¿Qué es el glaucoma?

Cuando visita a un médico para saber si tiene glaucoma, debe estar preparado para una serie de pruebas. Un examen implicará examinar el ángulo entre la córnea y el iris. Una tomografía de coherencia óptica (OCT) buscará cambios en el nervio óptico. También es posible que le realicen un examen con lámpara de hendidura, en el que se observará el interior del ojo con un microscopio especial. También se le realizarán pruebas para detectar pérdida de visión y cambios en la visión periférica.

Si bien existen muchos tipos diferentes de glaucoma, el tipo más común es el glaucoma de ángulo abierto. Este tipo se caracteriza por la ausencia de síntomas al principio. La visión de la persona permanece normal hasta que se daña el nervio óptico. A medida que avanza la enfermedad, aparecerán puntos en blanco en el campo de visión. Hasta que los espacios en blanco no se hagan grandes, no se notarán. En esta forma de enfermedad, la red trabecular no drena el líquido adecuadamente y, como resultado, aumenta la presión en el ojo. En esta forma de afección, las fibras del nervio óptico mueren, lo que hace que el ojo se vuelva opaco.

La forma más común de glaucoma es el glaucoma de ángulo cerrado. Puede ocurrir de forma aguda o crónica y se caracteriza por un aumento repentino de la presión ocular cuando el iris bloquea completamente el ángulo de drenaje. La enfermedad afecta sólo a un ojo, pero el otro ojo también está en riesgo. Los síntomas de un ataque de glaucoma van acompañados de una pérdida de la visión periférica y el ojo debe ser examinado inmediatamente.

Afortunadamente, existe tratamiento para el glaucoma de ángulo abierto. A menudo, los medicamentos y las gotas para los ojos son eficaces para reducir la presión en los ojos. Un paciente que padece la enfermedad debe usar gafas protectoras mientras realiza actividades para evitar la pérdida permanente de la visión. El paciente no debe fumar, consumir alcohol ni tener ninguna otra condición de salud que pueda aumentar la presión en los ojos. Tener un familiar con antecedentes de glaucoma es útil en el manejo de la enfermedad.

El tipo más común de glaucoma es el glaucoma de ángulo abierto. Este tipo de enfermedad afecta al 90% de las personas en los Estados Unidos. Es una enfermedad silenciosa en la que se acumulan pequeños depósitos en los canales de drenaje del ojo. Esto hace que se acumule líquido en el ojo, lo que ejerce presión sobre el nervio óptico. Sin un tratamiento temprano, la enfermedad puede progresar sin que se note durante años.

Cuando el glaucoma se desarrolla temprano, el ojo suele ser capaz de adaptarse a la enfermedad. Inicialmente, al paciente puede resultarle difícil reconocer los síntomas porque la enfermedad avanza lentamente y los primeros signos no se notarán hasta que afecte al nervio óptico. Pero puede detectarse tempranamente y tratarse eficazmente, lo que puede retardar la progresión de la enfermedad. Aunque puede parecer difícil detectar la enfermedad a tiempo, los síntomas oculares le permitirán a su médico diagnosticar la enfermedad antes y le ayudarán a preservar su visión.

Generalmente, el glaucoma es una enfermedad ocular progresiva. Esto ocurre debido a una obstrucción en el ángulo de drenaje del ojo. El ojo está constantemente lleno de un líquido transparente llamado humor acuoso. Estos fluidos fluyen hacia la parte frontal del cuerpo a través de canales en la córnea y el iris, que a veces pueden bloquearse. Esto puede aumentar la presión intraocular y dañar el nervio óptico, provocando ceguera.

Alrededor del 90% de los estadounidenses tienen glaucoma. Alrededor del 85% de los pacientes padecen glaucoma de ángulo abierto. En este tipo de enfermedades los canales de drenaje son demasiado estrechos. Como resultado, el líquido acuoso no puede salir del ojo y la presión en el ojo aumenta mucho. Esta es una forma aguda de glaucoma y no siempre se diagnostica hasta que los síntomas se vuelven severos.

El sitio iHealzy dice que aunque no existe cura para el glaucoma, se puede controlar la progresión de la enfermedad. El tratamiento más común para el glaucoma son las gotas para los ojos, que generalmente se recetan según la gravedad de la enfermedad. Si las gotas para los ojos no son suficientes para controlar la afección, se puede utilizar terapia con láser para tratarla. Sin embargo, el tratamiento debe continuarse ya que el diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden retardar significativamente la progresión de la enfermedad.

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