Tipos de hígado graso

Hay varios tipos de hígado graso. La primera es la esteatosis simple, una acumulación de grasa en el hígado. A menudo se confunde con otras enfermedades como la diabetes, la cirrosis o el cáncer. La inflamación crónica y la cicatrización en el hígado conducen a la fibrosis, que conduce a la cirrosis. Ambos son incurables, pero el primero se puede prevenir con cambios drásticos en el estilo de vida. Para identificar la gravedad de la enfermedad grasa, deberá realizarse una prueba de las enzimas y la función del hígado.

Un examen físico es el primer paso en el diagnóstico de la enfermedad del hígado graso. Su médico comprobará si hay un agrandamiento del hígado. También realizará pruebas para controlar las enzimas hepáticas, que pueden estar elevadas. Los niveles elevados de estas enzimas pueden ser una indicación de inflamación del tejido hepático. Si experimenta alguno de estos síntomas, debe visitar a un profesional de la salud lo antes posible.

El tratamiento del hígado graso se puede hacer más conveniente con el advenimiento de la tecnología de telemedicina. Puede buscar profesionales médicos cerca de usted en línea, reservar citas e incluso realizar consultas por video con especialistas médicos. Este tipo de tecnología permite a los pacientes mantener registros de salud digitales y realizar un seguimiento de los signos y síntomas vitales. Su médico podrá acceder a su información y recomendarle el curso de acción adecuado para usted. También se beneficiará de los muchos beneficios para la salud que ofrece la telemedicina.

Hay dos tipos de hígado graso. El primer tipo es el hígado graso alcohólico. Solo los hombres y los bebedores empedernidos corren el riesgo de este tipo de hígado graso. Afortunadamente, las mujeres y las personas con ciertas mutaciones genéticas tienen un mayor riesgo de desarrollar este tipo de enfermedad del hígado graso. Para la mayoría de las personas, la esteatohepatitis alcohólica es una complicación inevitable del alcoholismo.

Según el tipo de hígado graso, puede poner en peligro la vida y provocar complicaciones. El mejor método de prevención es un estilo de vida saludable y una dieta rica en nutrientes. También debe evitar el alcohol y tomar los medicamentos adecuados para controlar sus niveles de triglicéridos y colesterol. Si bien el hígado graso es una condición crónica, es fácil de revertir con cambios en el estilo de vida. Incluso puede reducir las posibilidades de desarrollar un hígado graso siguiendo una dieta saludable y comiendo una dieta balanceada.

La AFLP es una enfermedad específica del embarazo. Suele aparecer durante el tercer trimestre y presenta graves riesgos para la salud tanto de la madre como del bebé. Su médico querrá dar a luz al bebé lo antes posible. Aunque su hígado estará normal después del parto, es posible que necesite un control de seguimiento durante algunas semanas para evitar complicaciones. La afección AFLP es muy grave y puede provocar insuficiencia renal e incluso hepática.

Entre los diferentes tipos de hígado graso, el más común es NAFLD. Este tipo no está asociado con el consumo de alcohol y puede tratarse con medicamentos. Sin embargo, es más difícil de revertir que el hígado graso alcohólico. Puede progresar a esteatohepatitis y hepatitis necrotizante. Si no se trata, puede causar daños irreversibles al órgano. Este tipo de hígado graso puede provocar muchas otras complicaciones de salud.

Las causas del hígado graso incluyen consumir demasiado alcohol. Es una condición en la que las células grasas del cuerpo no funcionan de manera efectiva. Como resultado, almacena grasa en el hígado. Cuando llega a la etapa de cirrosis, el órgano se vuelve incapaz de funcionar correctamente. Si se desarrolla, puede conducir al desarrollo de cáncer en el hígado. Incluso puede hacer que una persona sufra un mayor riesgo de contraer encefalopatía hepática que ellos.

Además de ser una afección, el hígado graso también puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente. Si tiene uno o más de estos síntomas, es probable que su médico le sugiera que sufre de hígado graso. Debe consultar a un médico de inmediato si sospecha que tiene una esteatosis grasa o no alcohólica. Necesitará realizar un examen físico para diagnosticar hígado graso.

Cuando la acumulación de grasas en el hígado provoca esteatosis, el hígado se vuelve incapaz de funcionar correctamente. Eventualmente, la condición conduce a la estenosis hepática, una condición en la cual los vasos sanguíneos alrededor del hígado se estrechan. Incluso puede provocar cirrosis y cáncer de hígado. Debido a que los síntomas de la hepatitis grasa son vagos, es importante consultar a un médico para descartar otras afecciones.

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